En nuestro tiempo, con los ordenadores, la información se maneja de otra forma, pero antaño las cosas eran diferentes. Para controlar las características de cada película y saber dónde y cuándo se había proyectado, en la oficina de Sade se rellenaban durante años, con máquina de escribir y a veces completando algunos datos a mano, unas ‘fichas de proyección’, que conformaron un gran fichero. Un archivador que contiene décadas de historia de la exhibición cinematográfica en San Sebastián, puesto que no sólo se hacían fichas de las películas exhibidas en los cines propios de Sade sino también en los de la competencia.
La ficha recogía la fecha y local del estreno y de las sucesivas reposiciones, que en el siguiente ejemplo fueron muchas (y fíjense con qué atractivos programas dobles).
En el fichero aparecen muchas películas olvidadas pero también obras maestras de todos los tiempos…
Ya se habrán fijado que las fichas incluían un dato especialmente importante durante el franquismo, las distintas clasificaciones que la censura de la época adjudicadaba a cada película. Resulta curioso observar que en el anterior caso de ‘El apartamento’ o en ‘El crepúsculo de los dioses’, la misma película era restringida “para mayores con reparos” (3-R) en el momento de su estreno y considerada “tolerada” para todos los públicos en su reposición tras la muerte de Franco.
A falta de otros métodos de visionado, las películas tenían antaño más vida en las salas de cine, a las que si tenían éxito volvían en diversas ocasiones, habitualmente saltando de cine. Por ejemplo, en Aquellos Cines Donostiarras hemos comentado alguna vez el sonado estreno de ‘Ben-Hur’ con que abrió sus puertas el Astoria. Sin embargo, algunos veteranos cinéfilos recuerdan haberla visto en otro cine. La ficha nos permite comprobar que llevan razón, pues ‘Ben Hur’ se proyectó posteriormente hasta en otros tres cines de la empresa Sade (Príncipe, Pequeño Casino y Bellas Artes) y dos de otras empresas (Savoy y Rex Avenida).
Seguro que algunos de ustedes se habrán fijado ya. Las fichas de proyección recogían una sserie de datos objetivos (título de la película, tipo de formato y color, distribuidora, protagonistas y director, clasificaciones de la censura, duración, local de exhibición y fecha) pero también un dato subjetivo, indicado en el apartado de “impresión de la película”. En él, distintos empleados de la empresa fueron apuntando una idea general de la calidad de cada largometraje desde un criterio comercial. En esa orientación de uso interno encontramos algunas curiosidades, como (en la imagen anterior), que ‘La bestia del reino’ de los Monty Phyton fuera considerada, no sin razón, “regular – rara”, que ‘Arrebato’ de Iván Zulueta fuese despachada con un “mala” o que hubiese matizaciones como la siguiente entre ‘Angustia’, de Bigas Luna, y ‘Arizona Baby’, de los hermanos Coen…
En los años 90 el fichero realizado manualmente fue jubilado y sustituido por un sistema informático. En el título de este artículo hemos hablado de “fichero secreto” pero en realidad no es tan secreto. En la reconversión del Astoria de cine a hotel temático alrededor del cine, el archivador que se encontraba en las antiguas oficinas de Sade fue trasladado a la zona de biblioteca de la cafetería del Astoria 7. Y allí permanece, en un rincón, a disposición de los clientes. Si prometen no desordenarlo y resistirse a la tentación de llevarse alguna ficha, pueden curiosear en esta joya del patrimonio cinematográfico donostiarra.
(Fotos MGG)
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