Álbum de recuerdos compartidos sobre las salas de exhibición cinematográfica de San Sebastián

La Voz 13 de julio de 1945

Sin cine hasta las siete de la tarde

Fíjense en la cartelera de arriba, que corresponde a un día como hoy, el 13 de julio, pero del año 1945. Fíjense, aunque haya que agudizar a vista y la resolución del recorte no sea todo lo buena que nos gustaría. ¿Qué les llama la atención? No, no nos referimos a que en la cartelera apareciera el cine del Monte Igueldo, sobre el que pronto escribiremos. La cuestión está en los horarios, con sesiones continuas de 7 a 1 o pases separados a las 7,30 y 10,45 horas. ¿Y la primera sesión? Sencillamente, había desaparecido.

Hace 72 años, los cinéfilos donostiarras tenían que esperar hasta las siete de la tarde para poder ver una película. Y fue así durante todo el largo verano. Y llevábamos así desde el mes de mayo. El motivo no era otro que las restricciones en el suministro eléctrico, motivadas, según la jerga de la época, por “el  aumento  del  consumo,  la pertinaz  sequía  que  pesa  sobre  toda  la nación,  la  escasez  de  carbón  para aprovisionamiento  de  térmicas  y  factores  varios”.

Sí, eran los tiempos de “la pertinaz sequía”. Iberduero no podía hacer frente a la demanda eléctrica, por lo que en mayo de 1945 se aprobaron severas restricciones, con cortes del suministro doméstico y la prohibición absoluta de encender escaparates y anuncios luminosos. El 15-V-1945, la Delegación de Industria de Guipúzcoa detallaba que “en el término municipal de San Sebastián, el régimen de restricción establecido será la suspensión diaria del suministro de energía para todos los consumidores desde las 13 hasta las 19 horas, no pudiendo funcionar los motores de las industrias nada más que desde las ocho hasta las 13 horas”.

Por ello, el 16 de mayo de 1945, los cines donostiarras tuvieron que suprimir la primera sesión. La cartelera completa de aquel día quedaba así: “Victoria Eugenia. 7,30 y 10,45: ‘Quiero ser mujer’. Bellas Artes. 7 a 1: ‘Unión Pacífico’. Kursaal. 7,30 y 10,45: ‘Una sombra en la ventana’. Teatro Trueba. 7 a 1: ‘El gorila’ y ‘Mi fantástica esposa’. Miramar. 7,30 y 10,45: ‘Al Sur de Pago-Pago’. Pequeño Casino. 7 a 1: ‘Las 4 Milpas’ Príncipe. 7,15 y 10,45: ‘Vuelo de águilas’. Principal. 7,15 y 10,45: ‘Vinieron las lluvias'”.

Suponemos que los aficionados llevaron con resignación aquella merma en sus posibilidades de ocio en aquellos tiempos bélicos, con la Segunda Guerra Mundial en su fase final y las postguerra española aún llena de restricciones y penurias. Durante la segunda quincena de mayo, todo junio, todo julio y todo agosto debieron habituarse a disponer de menos proyecciones. Y los niños, a quedarse sin esos pases llenos de chavalería a primera hora del domingo. También en septiembre, aunque por fin el 28 se septiembre de 1945 encontramos en la cartelera la primera excepción.

Diario Vasco 28 de septiembre de 1945

‘Siguiendo mi camino’, aquella película en la que Bing Crosby hacía de simpático cura, dio pie a la Sade para conseguir autorización para volver a ofrecer la primera sesión o, como se indicaba, “sesiones especiales a las 4,30”, “dedicada a la afición en general, pero particularmente para los sacerdotes, estudiantes, colegios y la provincia”.

A partir de ese día, imaginamos que porque las restricciones eléctricas también se habían ido relajando, tímidamente fue volviendo la primera sesión a la cartelera donostiarra. El 7 de octubre de 1945, por ejemplo, comprobamos que ya programaban tres pases el Salón Miramar, el Príncipe y el Kursaal, pero no el resto de salas, que seguían sin primera sesión.

El 1 de noviembre ofrecían todas las sesiones habituales los cines Kursaal, Miramar, Príncipe, Victoria Eugenia y Novedades, pero curiosamente el Pequeño Casino, Trueba y Principal funcionaban a menos que medio gas, con una única sesión diaria a las 7,30. Para diciembre de 1945 se regularizó la situación y todas las salas de la ciudad pudieron funcionar a pleno rendimiento.

(Cartelera publicada por ‘La Voz de España’ el 13 de julio de 1945).
(Anuncios aparecidos en ‘El Diario Vasco’ el 28 de septiembre de 1945).

El Autor

Mikel G. Gurpegui1jul2015_3

El periodista donostiarra Mikel G. Gurpegui ha trabajado en ámbitos muy diversos, aunque quizás sea más conocido por dos de sus colaboraciones habituales en las páginas de ‘El Diario Vasco’, las críticas de cine y la sección ‘La calle de la Memoria’, en la que se acerca al pasado de la ciudad a través de la hemeroteca. Por primera vez, une ambas facetas, la cinéfila y la retrospectiva, en este blog, un proyecto de investigación, documentación y difusión apoyado por el Grupo Sade, protagonista y heredero de la historia de la exhibición cinematográfica en San Sebastián.

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