Laura Olaizola: Al cine, hasta en pijama
La donostiarra Laura Olaizola tiene en Madrid una agencia de comunicación especializada en cine y televisión, desde la que promociona algunas de las películas que llegan a nuestras pantallas, como las recientes ‘El olivo’ o ‘Capitán Kóblic’. A Laura el veneno del cine le viene de niña y adolescente, cuando iba al Astoria, el Bellas Artes o el Principal, muchas veces sola y en una ocasión hasta con el pijama debajo del abrigo.
“Cuando en Madrid me preguntan de dónde me viene mi pasión por el cine, les digo que aunque sea bióloga de formación yo he sido desde niña una ‘friki’ del cine. No olvido algunas grandes películas y los viejos cines donostiarras. Tengo sueños recurrentes en los que estoy en el antiguo Astoria, que recuerdo nítidamente, y me pasan cosas en su vestíbulo, en sus escaleras, en su gran sala.
Me veo a mí misma con cinco años pegada al cristal del comedor para ver la tele -más adelante me engancharía a las películas que echaban en la televisión francesa y que a esa edad no entendía nada-, con lo que el descubrimiento de las salas del cine me impactó. Recuerdo ver en el Bellas Artes ‘Lawrence de Arabia’ con apenas 8 o 9 años desde muy arriba, casi desde su cúpula, impresionante. ‘Los siete pilares de la sabiduría’ sigue siendo un libro de cabecera para mí. Me acuerdo de ver ‘Tiburón’ en el Astoria, una sala que me parecía enorme y fascinante, y una película que me dio mucho miedo e hizo que no volviera a bañarme tranquila. Y me hice muy fan de ‘Star Wars’, que vi en el Astoria con doce años. Aunque no soy nada mitómana, me compré el disco de vinilo, la colección de cromos… y me enamoré locamente de Luke Skywalker. Hasta le mandé una carta, no sé qué le pondría. La dirigí a ‘Mark Hamill. Hollywood (Los Ángeles). California’. Y claro, esperé y esperé… Al tiempo nos la devolvió el correo, en fin.
Yo era muy independiente y pronto me iba sola al cine, algo que no era habitual y que preocupaba a mis padres. Y si iba con gente, pues ni me acuerdo, porque me abstraía totalmente. Pero yo lo pasaba tan bien… Igual que ahora, cuando me siento en una butaca de cine experimento la misma sensación de estar en mi sitio y me relajo. Ese es mi espacio.
Tenía mucha ilusión por ver ‘Jesucristo Superstar’ y mis padres me prohibieron ir sola, así que fui con una amiga, al Astoria creo recordar. Total, que a mi amiga le dejaron entrar y a mí, que parecía más niña que lo que era, no. Volví a casa con un disgusto tremendo porque esa era la peli que yo quería ver.
Tengo una anécdota divertida pero no en un cine donostiarra sino en uno de Bilbao, a donde fui con mi hermana a pasar un fin de semana. Mi hermana y yo fuimos a ver ‘El coloso en llamas’. Durante la proyección fui al baño y ¡me quedé encerrada! Me empecé a agobiar y a gritar ‘¡socorro, socorro!’, pero con los gritos de la película no me oía nadie porque ellos oían exactamente lo mismo pero en las secuencias claro, todos los actores pidiendo socorro con tanto fuego para arriba y para abajo, y tardaron mucho en venir a rescatarme. Cuando volví, mi hermana estaba tan absorta en la película que ni se había enterado de mi retraso y yo estaba tan nerviosa que me senté encima de la señora de al lado… Desde entonces procuro no encerrarme en los baños y el fuego me da pavor.
Vivimos en Gros y después en el Centro. Recuerdo haber ido mucho al Astoria, al Bellas Artes, a veces al Amaya, al cine-club Kresala en el Actualidades, y al Principal. Con catorce o quince años iba con frecuencia al Principal, siempre sola, lo que me encantaba. Una vez que decidí ir al cine con poco tiempo y hacía un típico vendaval donostiarra, no me pude resistir y me entraron muchas ganas de ir al cine, pero lo que realmente me daba pereza fue cambiarme con ese clima y pensé… pues me pongo un abrigo encima del pijama y allí que me fui”.
El Autor
El periodista donostiarra Mikel G. Gurpegui ha trabajado en ámbitos muy diversos, aunque quizás sea más conocido por dos de sus colaboraciones habituales en las páginas de ‘El Diario Vasco’, las críticas de cine y la sección ‘La calle de la Memoria’, en la que se acerca al pasado de la ciudad a través de la hemeroteca. Por primera vez, une ambas facetas, la cinéfila y la retrospectiva, en este blog, un proyecto de investigación, documentación y difusión apoyado por el Grupo Sade, protagonista y heredero de la historia de la exhibición cinematográfica en San Sebastián.