Las películas viajaban en tren
La tecnología digital ha acabado con todo esto, pero durante muchos años la exhibición cinematográfica tenía mucho de complicada operación logística. Continuamente se recibían y enviaban para su devolución bobinas de películas, durante décadas en celuloide y metidas en grandes latas circulares. Había que organizarse dentro todo un trajín de rollos que llegaban en tren a la estación del Norte antes de moverse por las cabinas de proyección de los cines donostiarras y, días después, volver a marcharse en ferrocarril.
Nos recuerda aquella época esta etiqueta identificatoria del destino y naturaleza de los “bultos”, con su agujero reforzado para la cuerdita con la que iría atada a las sacas con latas de películas.
(Etiqueta de transportes de la Sade, utilizada en los años 40-50).
El Autor
El periodista donostiarra Mikel G. Gurpegui ha trabajado en ámbitos muy diversos, aunque quizás sea más conocido por dos de sus colaboraciones habituales en las páginas de ‘El Diario Vasco’, las críticas de cine y la sección ‘La calle de la Memoria’, en la que se acerca al pasado de la ciudad a través de la hemeroteca. Por primera vez, une ambas facetas, la cinéfila y la retrospectiva, en este blog, un proyecto de investigación, documentación y difusión apoyado por el Grupo Sade, protagonista y heredero de la historia de la exhibición cinematográfica en San Sebastián.