La primera pantalla de Amara

Lo destacaban en el periódico La Voz de España tal día como hoy, el 27 de agosto de 1957: “Nuestra ciudad cuenta con un nuevo cine, el Rex-Avenida, acorde con la categoría urbana de San Sebastián y, concretamente, del emplazamiento elegido, que es el Ensanche de Amara, zona residencial hacia donde se va desplazando el núcleo oficial y vital donostiarra“. Aunque durante durante gran parte de su existencia el Rex-Avenida fue en cierta medida aquel cine que quedaba camino del más grande Astoria, cuando nació se trataba del primer y único cine de Amara Berri, puesto que el Astoria no llegaría hasta 1961.

La sala de la avenida Sancho el Sabio fue diseñada por el arquitecto Luis Jesús Arizmendi. En La Voz la describían así: “La fachada del cine contribuye, con sus huecos, por los que se muestra al exterior un rico contenido, a la suntuosidad de la avenida. Posee un patio de butacas y un entrepiso de palcos, y es capaz para 497 localidades. La modernidad de las líneas decorativas emplea, a la vez, los más nobles materiales tradicionales: mármol, madera y terciopelo, causando la iluminación agradables efectos de luz y sombra“. Llamaba la atención “el Bar Rex, anexo al cine pero a la vez independiente”.

Propiedad de la Sociedad de Fomento y gestionado por Francisco Ferrer, el Rex llegó con las últimas novedades tecnológicas: pantalla amplia, “con aparatos Philips y un buen equipo sonoro, dotado para proyecciones normales, en cinemascope y con sonido estereofónico“, decían en Unidad, sin olvidar el aire acondicionado. Curiosamente, lo de los aparatos Philips se destacaba en la publicidad de las primeras proyecciones, en que se pudo ver la película italiana ‘El abrigo de visón’.