La cartelera “no supone aprobación ni recomendación”

Nos referimos en otra ocasión a las muy estrictas valoraciones morales que en tiempos previos a la Guerra Civil publicaba el periódico donostiarra ‘La Constancia’, siguiendo los criterios de la Asociación Católica de Padres de Familia de Guipúzcoa. Descubrimos ahora que también durante la Segunda República otro rotativo donostiarra, ‘El Día’, algo menos conservador que ‘La Constancia’ y de tendencia nacionalista, publicó en algunas ocasiones la sección que llamaban ‘Indicador’, en la que mezclaban los comentarios sobre la moralidad de las películas con otros más cercanos a la breve crítica cinematográfica.

Por ejemplo, un domingo de marzo de 1933 repasaban la cartelera donostiarra y decían, por ejemplo, que el vodevil francés ‘Se fue mi mujer’ que proyectaban en el Petit Casino era “totalmente inadmisible” (aunque de pasada elogiasen su ingenio e interpretaciones). O que una películas sobre ‘Arsenio Lupin’ que programaba el Gran Kursaal era “sensacionalista” y contenía “una atrevida escena amorosa”.

En la larga columna de ‘Indicador’, que hemos partido en dos, sobre la cinta bélica ‘La flota suicida’ lo mismo cuestionaban sus escenas tópicas que apuntaban que moralmente sería impecable “si no aparecieran escenas de cabaret y otras de efusiones bastante atrevidas” (atrevidas para 1933, recuerden).

De la “comedia ligera” ‘Ámame esta noche’ programada en el Trueba apuntaban (¿con cierta decepción?) que “no es el ‘film’ reflejo alguno del llamativo título”, antes de contabilizar “el consabido ‘deshabillé’ que ya es típico en Jeanette MacDonald”. Seguro que se le veían los hombros y todo, si es que había cada fresca…

En fin, otros tiempos en los que, curiosamente, en la cartelera de ‘El Día’ (fíjense arriba) añadían una nota explicativa, que hoy se nos hace innecesaria, indicando que su publicación “tiene solamente un alcance informativo, y no supone, por tanto, aprobación ni recomendación“.