Hojas promocionales de formas increíbles
Hacía tiempo que en Aquellos Cines Donostiarras no echábamos un vistazo a nuestras maravillosas colecciones de programas de mano. Lo hacemos hoy con unas joyas entre las joyas. La mayoría de las hojitas publicitarias de películas que, especialmente a finales de los 40 y en todos los años 50, se entregaban a los espectadores tenían forma rectangular o cuadrada. Solían estar impresas por una cara a color con imágenes de la película y por el reverso en blanco y negro con palabras e indicación del cine de estreno. Al gunos programitas de mano eran más ricos en imágenes, estaban doblados por la mitad y había que abrirlos para encontrar nuevas imágenes y datos sobre la película. Unos pocos iban aún más allá y ofrecían formas únicas. En ellos nos fijamos hoy.
Había programas de mano que rompían las líneas rectas habituales adoptando siluetas curiosas, como estos de ‘Doña María la Brava’, que se estrenó en el Pequeño Casino, y ‘El tesoro de Sierra Madre’, en el Victoria Eugenia.
Otros estaban troquelados con formas soprendentes muy definidas, como los dos programas/pistolas que encabezan este artículo, que publicitaban la norteamericana ‘Colt 45’ y la española ‘Brigada criminal’. Les complementa bien esta hoja promocional con aspecto de placa policial de ‘La chica del F.B.I.’, que proyectó el Novedades.
Encontramos también creativas hojas promocionales con la silueta de un corazón, una guitarra o un avión…
Algunas hojitas troqueladas no sólo tenían cortes irregulares por fuera sino que tenían recortadas partes interiores. Seguro que a más de uno se les romperían…
Nos fascinan los programitas que, además de ofrecer formas originales, había que abrir desvelando sorpresas. Como este de ‘Alma en suplicio’ con Joan Crawford tras una cortina.
O esta biografía de San Ignacio de Loyola de 1949, con una enigmática hoja circular que era preciso desdoblar desde su mitad.
Dejamos para el final de nuestro repaso dos perlas. Una, la hojita promocional de ‘Pasión salvaje’, que disponía de una pestaña que, al abrirla, nos descubría que el objeto de tal pasión era ¡Susan Hayward entre llamas!
Y otro, encantador y adictivo, dotado de una pequeña rueda por detrás hecha con el mismo papel, que permitía mover la porra del mismísimo Cantinflas (mientras un gato se escondía o asomaba).
(Todos estos preciosos programas de mano son propiedad de una familia cinéfila donostiarra, a excepción de los de ‘La chica del F.B.I.’, ‘Siempre en mi corazón’ y ‘Alma en suplicio’, cedidos por la familia Garzo).
El Autor
El periodista donostiarra Mikel G. Gurpegui ha trabajado en ámbitos muy diversos, aunque quizás sea más conocido por dos de sus colaboraciones habituales en las páginas de ‘El Diario Vasco’, las críticas de cine y la sección ‘La calle de la Memoria’, en la que se acerca al pasado de la ciudad a través de la hemeroteca. Por primera vez, une ambas facetas, la cinéfila y la retrospectiva, en este blog, un proyecto de investigación, documentación y difusión apoyado por el Grupo Sade, protagonista y heredero de la historia de la exhibición cinematográfica en San Sebastián.