El cine sin fin de las sesiones continuas
Hoy en día consultamos la cartelera para conocer el horario y duración de cada película. Sabemos con exactitud a qué hora entraremos y a qué hora saldremos. Una experiencia muy distinta a la de aquellos tiempos en que muchas salas de cine programaban sus películas en sesiones continuas. Entrabas a cualquier hora a la oscuridad del cine en que la película quizás iba por la mitad. Era como si te subieses a un tren en marcha que te obligaba a intentar situarte en su trama. Pero con tranquilidad, porque cuando terminase ese pase te quedarías al siguiente, para ver la película entera. Y si resultaba que el largometraje te gustaba mucho y no te esperaba ningún plan mejor fuera, puede que te quedaras a verla una vez más, al menos un rato, hasta tal escena…
Las sesiones continuas eran especialmente atractivas cuando ofrecían un programa doble, que te aseguraba muchas horas de cine sin repetir demasiado. Aunque muchas salas donostiarras programaron en sesión continua antes y después, este tipo de sesiones en bucle fueron especialmente habituales los años 40 y 50.
En ‘Aquellos cines donostiarras’ nos aproximamos hoy a las sesiones continuas de antaño, echando un vistazo a la cartelera de tal día como hoy, el 15 de junio, en distintos años, saltando de tres en tres. Concretamente, nos vamos a 1945, 1948, 1951, 1954, 1957 y 1960.
El 15 de junio de 1945, cuatro salas, el Miramar, Principal, Victoria Eugenia y Kursaal, daban sus películas en proyecciones diferenciadas, frente a tres (Pequeño Casino, Bellas Artes y Trueba) que ofrecían sesiones continuas. Por ejemplo, el Pequeño Casino daba de 7 a 1 ‘Casi un ángel’, con Deanna Durbin. El único de los tres con programa doble era el Trueba, en el que podías ver sin descanso ‘La que apostó su amor’ y ‘El capitán Blood’. (El Príncipe ofrecía teatro).
Tres años después, 15 de junio de 1948, encontramos que en San Sebastián había más cines con sesiones continuas que con horarios reglados. Cuatro, el Gran Kursaal, Miramar, Novedades y Victoria Eugenia, daban tres sesiones separadas, mientras que en cinco cines podías entrar y salir cuando quisieras: Bellas Artes, Pequeño Casino, Principal, Príncipe y Trueba. De ellos, sólo uno tenía programa doble, el Príncipe, que de 5 de la tarde a 1 de la madrugada proyectaba ‘Teresa la traviesa’ y ‘Te confío a mi novia’. Qué gozada sería ir al Trueba y ver repetidas veces, desde las 5,30 hasta también la 1 ‘¡Qué bello es vivir!’.
15-VI-1951: Con el Príncipe y el Bellas Artes programando teatro, encontramos proyecciones independientes en Miramar, Novedades, Principal y Victoria Eugenia (4) y sesiones continuas en Actualidades, Gran Kursaal, Pequeño Casino y Trueba (otros 4). En realidad, el Kursaal ofrecía una singular combinación de ambas fórmulas: “Continuas de 5,30 a 9,30. Noche, 10,45: No-Do, completos y ‘Cuatro amigos'”.
En 1954 vuelven a ser más, por cinco contra cuatro, los cines donostiarras que ofrecían sesiones continuas. El 15 de junio lo hacían las salas Actualidades, Príncipe, Pequeño Casino, Bellas Artes y Trueba. únicamente el Actualidades daba dos títulos, ‘Uña y carne’ y ‘El gran secreto’.
Saltamos a hace seis décadas, al 15 de junio de 1957, cuando los cines con proyecciones en horarios diferenciados se imponían por 6 a 4 a los que mantenían las sesiones continuas. Se trataba de Actualidades (único con programa doble, ‘La luz brilla dos veces’ y ‘Sin conciencia’), Bellas Artes, Pequeño Casino (¿se imaginan ver en bucle a Gina Lollobrígida como ‘La mujer más guapa del mundo’?) y Trueba, donde uno podía cansarse de escuchar la aguda voz de Joselito: “Desde las 5,30 (continuas), último pase a las 11: ‘El pequeño ruiseñor’. Todos”.
Concluimos nuestro periplo tal día como hoy pero de 1960, para detectar otro empate, a seis. La mitad de los cines donostiarras programaban entonces por sesiones sueltas (Kursaal, Miramar, Novelty, Principal, Príncipe y Victoria Eugenia) y la otra mitad seguía fiel a la popular fórmula de las sesiones continuas: Actualidades, Bellas Artes, Novedades, Pequeño Casino, Rex-Avenida (con dos películas españolas, ‘Los ladrones somos gente honrada’ y ‘El canto del gallo’) y Trueba.
(Arriba, cartelera del 15-VI-1957 en ‘La Voz de España’. Abajo, cartelera del 15-VI-1948 en ‘El Diario Vasco’).
El Autor
El periodista donostiarra Mikel G. Gurpegui ha trabajado en ámbitos muy diversos, aunque quizás sea más conocido por dos de sus colaboraciones habituales en las páginas de ‘El Diario Vasco’, las críticas de cine y la sección ‘La calle de la Memoria’, en la que se acerca al pasado de la ciudad a través de la hemeroteca. Por primera vez, une ambas facetas, la cinéfila y la retrospectiva, en este blog, un proyecto de investigación, documentación y difusión apoyado por el Grupo Sade, protagonista y heredero de la historia de la exhibición cinematográfica en San Sebastián.