1946: La segunda sesión, una peseta más
Estamos acostumbrados a que el cine varíe sus precios hacia arriba, los fines de semana, o hacia abajo, el día del espectador, pero antaño los cambios de tarifa no sólo iban en función del día de la semana sino de la sesión a la que iba el espectador. Lo comprobamos en el anuncio del Salón Novedades que apareció en ‘El Diario Vasco’ tal día como hoy, el 5 de julio de 1946, que cayó en viernes.
Ir a ver la reposición de ‘¡Galopa, muchacho!’, con Bud Abbott (según el anuncio, “Bot About”) y Costello, costaba una peseta más en la segunda sesión que en las otras dos. Como también había otra peseta de diferencia según se eligiese butaca o entresuelo, hace setenta años asistir a aquella parodia del cine del Oeste podía costar desde tres pesetas, en la primera o tercera sesión y en entresuelo, hasta cinco, en la segunda sesión y en el patio de butacas del Novedades.
Por lo demás, la cartelera cinematográfica del 5 de julio de 1946 lucía bastante enflaquecida, porque en el Victoria Eugenia había conciertos y en el Kursaal y Principal programaban representaciones teatrales (‘Campo de armiño’ de Benavente con Irene López Heredia en el primero; la opereta ‘Doña Mariquita de mi corazón’ en el segundo). Las únicas cinco salas donostiarras disponibles ofrecían películas “toleradas” de evasión y entretenimiento. En el Bellas Artes había sesiones continuas con ‘La carga de los 40.000 jinetes’ y ‘El peñón de las ánimas’, protagonizada por Jorge Negrete y María Félix.
También en el Pequeño Casino y el Trueba había sesiones continuas. James Mason hacía ‘Contraespionaje’ en el cine de la calle Mayor, donde estaba a punto de aterrizar Paquita de Ronda con ‘Una gitana en México’, mientras que en el de la calle Miracruz, como decía el título, ‘Vuelve Arsenio Lupin’. En el Miramar podía verse a Louis Hayward y Joan Fontaine en ‘El duque de West Point’. Y en el Novedades, la apuntada de Abbott y Costello.
(Anuncio y cartelera publicados en ‘El Diario Vasco’ el 5 de julio de 1946).
El Autor
El periodista donostiarra Mikel G. Gurpegui ha trabajado en ámbitos muy diversos, aunque quizás sea más conocido por dos de sus colaboraciones habituales en las páginas de ‘El Diario Vasco’, las críticas de cine y la sección ‘La calle de la Memoria’, en la que se acerca al pasado de la ciudad a través de la hemeroteca. Por primera vez, une ambas facetas, la cinéfila y la retrospectiva, en este blog, un proyecto de investigación, documentación y difusión apoyado por el Grupo Sade, protagonista y heredero de la historia de la exhibición cinematográfica en San Sebastián.