Cualquier día era y es bueno para ir al cine. También la festividad de Todos los Santos. Gracias a la estupenda colección de programas de Rita Sorarrain, de Brokante 66 (algunas de cuyas joyas se pueden ver pinchando aquí y aquí) podemos trasladarnos con la imaginación a una sesión cinematográfica de hace un siglo.
Después de acudir al cementerio de Polloe, muchos donostiarras fueron entonces al Salón Miramar, para ver dos nuevas entregas de la serie Soborno o la “comedia cómica” ‘Salustiano venga a su suegra’. Como indicaba el programa de mano del 1 de noviembre de 1916, en la sesión nocturna podía disfrutarse de dos horas y media de estrenos por 15 céntimos de peseta. Cien años después, imaginamos cómo serían aquellas proyecciones de cine mudo leyendo sus intrincados argumentos.
(Anverso y reverso del programa de mano que tiene a la venta Rita Sorarrain, de Brokante 66, en el establecimiento de la calle Urbieta).
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