Echamos otro vistazo a las joyas de la colección que nos ha prestado una familia donostiarra amante del cine, la cual prefiere quedar en el anonimato. Otro día ya disfrutamos con sus programas de mano del teatro Principal. Hoy no nos alejamos ni en el tiempo (siguen siendo programas de los años 40 y 50) ni en el espacio, que seguimos en la calle Mayor donostiarra y nos quedamos en el Pequeño Casino.
Primero, con dos programillas por los que aparecían sendas figuras fantasmagóricas. La torera ‘La hora de la verdad’, con Ricardo Montalbán a las órdenes de Norman Foster (aquel realizador que estuvo casado con Claudette Colbert, aunque el nombre nos remita ahora al posterior y famoso arquitecto). En el reverso de la hojita podía leerse: “Cine Pequeño Casino. Hoy. Grandioso estreno. Una producción ¡Vibrante! ¡Emocionante! Sobre la cálida y fina arena se extiende el misterio de… La hora de la verdad”. Un espíritu más simpático aparecía en ‘El fantasma se arrepiente’, un “Graciosísimo estreno”, aseguraban por detrás.
Quienes acudieron al Pequeño Casino para ver la adaptación de ‘Nada’, la premiada novela de Carmen Laforet, recibieron un programa de los que se doblaban y contenían muchas imágenes en un papel de apenas 20 por 12 centímetros (aunque confundiesen al realizador Edgar Neville con el productor).
También iba doblado y se abría, en sentido vertical, el llamativo programa de otra película, curiosamente también dirigida por Norman Foster, ‘El ahijado de la muerte’, que llegó a San Sebastián en marzo de 1949. Al abrir el programita, el espectador recibía la sorpresa de disponer de las letras completas de cuatro canciones que interpretaba el gran Jorge Negrete en la película. O sea, que podía salir del Pequeño Casino entonando a la perfección lo de “Soy ahijado de la muerte / que respeta mi valor; / la llorona me divierte / con su canto de dolor”.
Una última joya, el bonito programa troquelado y recortado de ‘Doña María la Brava’, en programa doble con ‘La pitonisa’. “Con el hierro o la mirada hiere siempre el corazón…”.
(Programas de películas proyectadas en el Pequeño Casino durante los años 40 y 50, propiedad de una familia cinéfila donostiarra).
* Para ver cada imagen ampliada, hacer clic en la misma.
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