Menos mal que el 10 de marzo de 1966 era jueves y la chavalería estaba en clase, que si no, se nos hubiesen tenido que quedar en casa: en la cartelera donostiarra podía leerse lo de “May. 18 años” casi tantas veces como el obligatorio No-Do. Sólo en cuatro cines se proyectaban hace hoy cincuenta años…
Retrocedemos en el tiempo quince años, sólo década y media, y nos encontramos con un panorama muy diferente en la cartelera donostiarra. El 18 de enero de 2001 ya habían desaparecido los viejos cines de antaño y triunfaban los multicines (de hecho, ya no quedaba ningún cine de sala única), pero no exactamente los actuales. Sí que…
En los últimos años, la Sade programa sesiones matinales de Navidad en los Antiguo Berri, una iniciativa heredera de la costumbre de ofrecer películas dirigidas a los más pequeños durante las vacaciones navideñas. Los cines donostiarras siempre se han acordado del público infantil y familiar por estas fechas, como recordamos a través de algunos anuncios captados de la…
Sí, en la cartelera donostiarra del 7 de diciembre de 1950 coincidían dos comedias con bodas y novias de por medio. En el Victoria Eugenia, ‘El padre de la novia’, con Spencer Tracy y Elizabeth Taylor a las órdenes de Vincente Minnelli. “¡Triunfo actual en América!”, exclamaba la publicidad. No muy lejos, en el salón Miramar,…
En la portada de los periódicos destacaban los partes de “el equipo médico habitual” sobre la salud de Franco en sus últimos días de vida, mientras en la cartelera de cine donostiarra de noviembre del 75 se vivían dos fenómenos. Por un lado, en el Miramar se proyectaba ‘Terremoto’, aquella emblemática película de catástrofes de…
Repasamos la cartelera donostiarra de exactamente hace cincuenta años, la del 26 de octubre de 1965. Y no nos detenemos en recordar que Louis de Funès hacía reír en el Miramar vestido de ‘El gendarme de Saint-Tropez’, ni en que revivían en el Astoria el desembarco de Normandía con ‘Al día siguiente’, ni en que el…
“En 1953 o 1954, no puedo precisar el año, tuve mi primera experiencia cinematográfica. El lugar donde se me abrieron las carnes ante el séptimo arte fue, precisamente, en la sala que se convertiría posteriormente en mi segundo hogar: el Trueba. El primer día de cine ‘en solitario’ no se olvida, cómo tampoco la primera…
