Programas del Victoria Eugenia: “¡Peligro de muerte!”

Deleitamos la vista con otro vistazo a la colección de programas de mano que nos ha cedido una familia cinéfila donostiarra que prefiere permanecer en el anonimato. Hoy nos centramos en coloristas hojitas que recibieron los espectadores del Victoria Eugenia a lo largo de la década de los años 40. Antes que nada, una advertencia: “¡Atención! ¡Atención! ¡Peligro de muerte! Enamorarse de Yvonne de Carlo significa morir”. Nada menos que eso aseguraban en el reverso del programa de ‘El abrazo de la muerte’, de Robert Siodmak, cuyo anverso en rojo y negro abre esta entrada.

En otro programa de la época, el de la adaptación de ‘Orgullo y prejuicio’ de Jane Austen, titulada ‘Más fuerte que el orgullo’, con Greer Garson y Laurence Olivier, comprobamos que resumían su argumento con un “cinco beldades en busca de marido”. Y descubrimos con sorpresa los sellos de autorización del Gobierno Civil y de la Delegación de Educación. Fíjense.

Lo de los títulos de las películas siempre ha tenido historia. ‘It’s a Wonderful World’, con Claudette Colbert y James Stewart, se tituló aquí ‘En este mundo traidor’. Hace poco pudimos disfrutarla en el ciclo de ‘Screwball Comedy’ de Nosferatu.

Marchando una de grandes actrices, esta vez con mirada triste, que brillaron en la pantalla del Victoria Eugenia: Joan Fontaine en ‘Carta de una desconocida’ e Ingrid Bergman en ‘Luz que agoniza’.

 

Y de mitos masculinos tenemos a Fred Astaire bailando ‘La nueva melodía de Broadway’ y a John Wayne ‘En el viejo Oklahoma’. Aunque en el programa de mano de esta última el protagonismo absoluto se lo llevaba un gato montés.

 

Los programas ofrecían sorpresas, como éste doblado y precioso de ‘El difunto protesta’, que se desplegaba y en su interior animaba al espectador a ¡morirse de risa!

Para refrescarnos en el Victoria Eugenia de los años 40 no sabemos si saludar a Chita en ‘Tarzán y su hijo’ o sumergirnos en la ‘Escuela de sirenas’.

 

Nos despedimos con una película de John Huston con Humphrey Bogart que merecía una hojita promocional diferente, con un recortado troquelado (aunque la ilustración no fuese muy fina), ‘El tesoro de Sierra Madre’. Atención a la descripción de su final.

(Colección de programas de mano cedida por una familia donostiarra amante del cine).