Y el domingo por la mañana, al cine

Muchos recuerdan con nostalgia aquellas sesiones matinales que durante años ofrecían algunos cines los domingos y días festivos. Especialmente durante los años 60 y parte de los 70, muchos donostiarras madrugaban el domingo, iban a misa, daban un pequeño paseo y se metían a ver una película antes de comer, en sesiones que solían empezar a las 11,30 o 11,45 horas y cuyas entradas eran más baratas que por la tarde y la noche.

No sabemos la fecha exacta en que se programó la primera sesión matinal en la ciudad, pero sí que empezaron a hacerse habituales a mediados de los años cincuenta. Revisando carteleras en la hemeroteca, en los domingos de abril de 1950 no encontramos ninguna, pero sí algunas sueltas y cambiantes en el mismo mes de 1955. Los dos primeros domingos de abril del 55 no hubo sesiones matinales, pero el tercero sí, en el Príncipe, con el musical ‘Siete novias para siete hermanos’, y el siguiente, en dos salas de la ciudad, el Principal, donde podía verse ‘Cómo casarse con un millonario’, y el Miramar, donde estaban las ‘Candilejas’ de Chaplin en un horario algo más tempranero del que luego se asentaría, las 11 de la mañana. En la publicidad quedaba claro que las sesiones matinales aún no eran habituales, ya que se hablaba de una “matinal especial”.

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Dando un salto, comprobamos que para abril de 1960 las sesiones de cine los domingos por la mañana ya se habían asentado. La empresa Sade las ofrecía todas las semanas en tres de sus cines, el Miramar, Príncipe y Pequeño Casino, a las 11,45 horas (con alguna excepción, adelantando el inicio un cuarto de hora cuando la película era larga) y siempre al precio rebajado de 10 pesetas la butaca. Así como el trío de Pequeño Casino-Príncipe-Miramar no fallaba, otras salas de la ciudad, como el Kursaal, el Principal y el Novelty, programaban matinales a veces sí y en ocasiones no, en función de sus películas en cartel y otras circunstancias.

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Desde su apertura en abril de 1961, el Astoria también programó sesiones matinales, que en sus inicios costaban 22 pesetas, frente a las 28 de las sesiones de entre semana y las 35 que valía la localidad los fines de semana por la tarde y la noche. Probablemente, fue hacia el año 1963 cuando los cinéfilos donostiarras disfrutaron de una mayor oferta entre la que elegir los domingos por la mañana. Por ejemplo, el domingo 28 de abril de 1963 pudieron ver ‘El día más largo’ en el Astoria, ‘Al borde del infierno’ en el Kursaal, ‘Dulce pájaro de juventud’ en el Miramar, ‘Fresas salvajes’ en el Novelty, ‘La mazmorra del diablo (Aventuras de Ivanhoe)’ en el Pequeño Casino, ‘El sexto sentido’ en el Principal y ‘Ejercicio para cinco dedos’ en el Príncipe. O sea, siete películas en sesión matinal, que en algunas fechas cercanas llegaron a ser ocho, al unírseles el Rex-Avenida. La fórmula era un éxito.

Dando otro salto, el domingo 25 de abril de 1965 las sesiones para antes de la comida dominical seguían funcionando bien. Las ofertaban cuatro salas de la Sade: Astoria (nada menos que ‘Lawrence de Arabia’, con un horario especial adelantado a las 10,45), Miramar (‘El Rolls Royce amarillo’), Príncipe (‘Operación fisco’) y Pequeño Casino (‘Tarzán y sus compañeros’), más otras dos pantallas de la ciudad, el Gran Kursaal (con ‘La senda de los elefantes’) y el Novelty (‘El evangelio según San Mateo’).

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Trasladándonos hasta abril de 1970, comprobamos que la oferta ya se había reducido un poco, aunque las sesiones matinales se mantenían estables en el Miramar, el Príncipe y el Pequeño Casino. El 26 de abril de 1970 ofrecían, respectivamente, ‘Adiós, mister Chips’, ‘Llueve sobre mi corazón’ y ‘La última aventura del zorro’. El resto de salas no ofrecía matinales.

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En los años 70 se sumó a las sesiones matinales el cine Amaya, con sus películas de aventuras, acción, westerns y artes marciales. Por ejemplo, el 27 de abril de 1975 programaba el cine de la calle Getaria ‘La leyenda del bandido’. Si bien la oferta para aquel mediodía de domingo no era muy amplia, resultaba variada, puesto que en el Miramar proyectaban ‘Olvida los tambores’ y en el Pequeño Casino, ‘Blow-up’. El Pequeño Casino era por aquel entonces ‘sala especial’ dedicada al arte y ensayo, y posibilitaba ver ‘Belle de jour’ o ‘Woodstock’ en sesión matinal.

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Los hábitos de ocio fueron cambiando y los espectadores dejaron de acudir al cine los domingos al mediodía. No obstante, el Amaya mantuvo la sesión matinal (el 27 de abril de 1980, por ejemplo, con ‘Bruce Lee. Juego con la muerte’). Posteriormente, los Warner de Illunbe también la introdujeron durante un tiempo. En la actualidad, salvo la programación familiar que se monta durante las Navidades en los cines Antiguo Berri, lo de ir a ver películas por la mañana parece haberse quedado sólo para los festivales de cine.

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(Anuncios publicados en ‘El Diario Vasco’ los días 26 de septiembre de 1959 -‘Vértigo’-, 24 de abril de 1955, 24 de abril de 1960, 25 de abril de 1965, 26 de abril de 1970, 27 de abril de 1975 y 27 de abril de 1980).

(* Pinchando en cada imagen se puede ver el recorte con una mejor resolución).



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